domingo, 16 de junio de 2013

¿ SÓLO FUE UN SUEÑO ?


Una tenue claridad anunciaba el día cuando desperté  súbitamente de  una horrible pesadilla.  Cuanto más lo recordaba más segura me sentía de que se haría realidad.

Sin poderme contener, salí angustiada al bosque para avisar a todos los habitantes de esos espacios, que me habían acogido dentro de su territorio, haciéndome sentir como en casa, del inminente peligro que se avecinaba para todos y se pusieran a salvo.

Pero no encontré a ninguno, lo cual confirmó mi premonición de que una catástrofe se acercaba, ¿cómo sería?   En mi sueño sólo veía polvo, fuego, gritos, caos, sin que pudiera darme cuenta de la causa.

Como una trompeta al viento, mi grito sala llenando  el aire, mientras corría y corría.  De pronto una idea me paralizó, ¿y si estuviera corriendo precisamente hacia el vórtice del desastre?  No había visto ni uno solo de los habitantes del bosque, así que no sabía en qué dirección se habían ido y, por lo tanto, no sabía si me dirigía hacia mi salvación  o no.  Detuve mi carrera y recapacité.  Al final estaba mi destino, cualquiera que fuera y de todos modos me alcanzaría.  Continué adelante.

El bosque era enorme, por más que corría a veces y otros tramos  caminaba,  no llegaba a ninguna parte.  Rendida me tiré sobre la hierba y me quedé dormida.  Al despertar, la oscuridad lo cubría todo.  El silencio absoluto me sobrecogía, no se escuchaba ni un grillo.  De entre los árboles fueron apareciendo cúmulos de vapor que se fueron condensando y uno a uno aparecieron los cuerpos de familiares que ya habían pasado a otra dimensión.  Sin explicarme por qué, no sentí miedo y pude platicar con todos.  Tuvimos la oportunidad de aclarar dudas, malos entendidos, secretos, mentiras, palabras que no se dijeron o que debieron haberse expresado, asuntos pendientes. 

Al final me pareció que el tiempo se había detenido, ya que hablé bastante con cada uno.  Me sentí renovada, completamente relajada y emprendí de nuevo la marcha.  Al instante empezó a clarear el día y tras andar un tramo corto me encontré frente a mi cabaña.  De inmediato volvieron los ruidos del bosque y el canto de sus moradores, como dándome la bienvenida.

Al entrar sentí el tierno abrazo que ese espacio me brindaba.  La suave claridad exterior que se filtraba, lo iluminaba todo y se unía con esa luz de paz que traía después de limpiar mis heridas.  Entendí lo importante que era dejar todo atrás.  Todo aquello que pasó y no me gustó, quedó atrás y no volverá. 

Una burbuja perfumada reventó dentro de mí, al darme cuenta de algo tan simple y tan maravilloso.  Todas las situaciones que me dolieron, todas las personas que me lastimaron, todas las vivencias crueles en su momento…. ¡No-vol-ve-rán-ja-más!   Nunca, nunca, nunca.  Qué hermoso descubrimiento:  todos y todo lo que no me gustó, ¡ya no existen!  El por qué sucedió, no importa.  Ahora , empezaré a disfrutar de quién soy hoy.

          < < < < < - - - - - > > > > > >                1900

No hay comentarios:

Publicar un comentario