domingo, 9 de junio de 2013

ANHELO CUMPLIDO

En el vasto universo de tierra donde cohabitan  los pequeños animales, existe el mundo de los caracoles.  Estos, como cualquier sociedad colectiva, se distribuyen los trabajos por jerarquías, edad y sexo.

Los de mayor edad forman El Consejo, encargados de tomar las decisiones importantes.  Les siguen los dirigentes de obra, después los buscadores y por último los trabajadores.  Las hembras se encargan de la casa comunal y de los pequeños. 

El Consejo  tiene la responsabilidad de escoger al futuro líder, cuando el actual Jefe sabe que no está muy lejano el día de su transición.  De entre los jóvenes en edad apropiada, se seleccionan a los cinco mejores en todo:  inteligencia, discernimiento,  agilidad mental,  fuerza de carácter, etc. 

Y cuentan que en una ocasión, uno de los elegidos, quien sobresalía por sus grandes cualidades, resultó ser sumamente romántico;  se pasaba las noches contemplando las estrellas y componiéndoles versos.  Se llamaba Tzin.  Su máximo anhelo era llegar a ellas.  Mas cuando fue electo como el sucesor, sus ilusiones se desgranaron, ya que las responsabilidades que tendría no le darían tiempo ni para contemplarlas.

Creció en tamaño y creció en grandeza.  Reinó con gran juicio y su época fue de las más brillantes.  Pero dentro de él seguí latente su íntimo deseo y cuando todo fue bonanza, invirtió el tiempo de sus súbditos en la construcción de un Gran Caracol ¡un millón de veces más grande que él!   Pero ni así pudo  alcanzarlas.

Al tiempo que se terminó la construcción, Tzin también había terminado de reinar.  Una larga comitiva llevó su cuerpo hasta la cima de aquel sueño, que se convertiría en su tumba.  Para cuando llegaron a la cúspide el cuerpo de Tzin se había hecho polvo y ahí sólo se depositó el cascarón vacío. 

Entonces, todo se hizo realidad, ahora y para siempre viviría con las estrellas.

     < < < < < - - - - - > > > > >   1990

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