domingo, 10 de febrero de 2013

¿HASTA CUÁNDO?

Susana se quedó atónita ante aquel reportaje sobre la ‘verdad’ del Jesús bíblico.  Lo describía como un guerrillero que luchaba por exiliar a los romanos de Judea y así, recuperar el trono,  como legítimo heredero del Rey Salomón.  ¿Sería posible que hubieran torcido tanto la personalidad de un hombre ‘fuera de serie’ y que sus hazañas las trucaran en apostolado?  En el artículo se decía que Judas traicionó  a Jesús porque nombró a Pedro su mano derecha, en vez de a su padre, Simón Iscariote, hermano de Jesús.  Por ello mataron a Judas colgándolo y abriéndole las entrañas, una muerte lenta y muy dolorosa que se aplicaba a los traidores.

Dejó la revista sobre sus piernas y recargó la cabeza en el respaldo del sillón.  Le costaba trabajo imaginar al dulce Jesús de guerrillero, encabezando una bola de intrigantes y envidiosos ‘apóstoles’ que se coludían unos contra otros.  Pero… ¿por qué mandaron una cohorte de 600 soldados – cuando que se decía que habían sido seis -  a tomarlo prisionero?  Otra mentira más sobre tantas anteriores, una larga cadena de verdades a medias,  relatadas con muchos puntos divergentes, según sea quién cuente la historia. 

Susana cerró los ojos con el deseo de borrar todas las ‘historias’ que el mundo ha ido contando y seguirá haciéndolo.  Quizá dentro de 200 años le endosen la misma historia a otro personaje, como el Che Guevara ¿por qué no?  Por su pantalla mental pasaban imágenes difusas de diversos acontecimientos.  Y pensaba ¿será que al hombre le gustan más las mentiras que la verdad?  Ya desde que el mundo nació el homo sapiens empezó a inventar explicaciones para todos los sucesos que afectaban su vida y no podían entender. Y sigue inventando.

¿Y dónde encontrar la verdad?  Cada quien cuenta lo que ve o cree haber visto  “con sus propios ojos”, pero lo percibe desde un punto diferente al resto del mundo.  Lo terrible es hacer creer a la mayoría algo que de antemano se sabe que es una falacia, por pura conveniencia del grupo que lo divulga.  Hay tanta desinformación tendenciosa….

-Hola, mami, ya llegué.  La voz de su hija la despertó de su marasmo.   –Hola, nena, qué tal te fue en el colegio, le contesto Susy tratando de hacer a un lado sus cavilaciones. 
–No muy bien. Tuve una pelea… bueno, una discusión con la profe de historia…  Se  detuvo un segundo al ver la cara grave y las cejas arqueadas de su madre, pero antes de que dijera nada, prosiguió.  -…es el colmo, Ma, que todavía digan que Cristóbal Colón descubrió América.  Alcé la mano y le aclaré a la seño Elsa que ya sabíamos que los chinos llegaron mucho antes…  -Y más antes fueron los vikingos en sus magníficos barcos, apuntó Susy.  –Así es.  Pero a ella no le hizo gracia y me castigó.  Y aunque eso digan los libros, ella tiene la obligación de exponer los descubrimientos recientes.  Debería ponerse al día ¿no lo crees?

-Por supuesto.  Esa historia la escribieron los descendientes de  “los conquistadores”.  Y es increíble que aún se siga contando en los textos escolares la falacia de la conquista española. Cuando que los aztecas, los hombres águila – los más sabios – entregaron Tenochtitlan, por el conocimiento visionario que tenían del destino de su raza, y lo aceptaron.  Lo más triste es que con esa historia de la ‘conquista’ heredamos una postura de derrotados, frágiles e inútiles.  Nada más lejos de la herencia que nos legó una civilización tan desarrollada como la azteca, que tenía más adelantos que Europa en aquellos años.

-Todo eso me hierve la sangre, Mami.  ¿Por qué se sigue con el mismo cuento, después de quinientos años?  ¿A quién hay que seguirle rindiendo pleitesía?-   Iliana de apenas 17 años se desesperaba ante el borregismo de la mayoría.  En sus grandes ojos negros se notaba una mente inteligente e inquita.

-Quizá a los poderosos de esos cinco siglos les convenía que el pueblo se sienta derrotado e inferior, para mantenerlos bajo el vasallaje de un gobierno opresor y déspota.  Los nombres han cambiado, las costumbres también, pero la esencia de hacernos doblegar la cabeza ante el poder es la misma.  Y para colmo, la religión que debería ser li-ve-ra-do-ra, impone el “santo temor de Dios” para manipular a las masas en su provecho, con la promesa de un premio en el más allá, o un castigo si se rebelan.

-¿Te acuerdas cuando fuimos a Sta. Ma. Cacaxtla?   Se me revolvió el estómago de ver todas aquellas pinturas, que cubrían las paredes de la iglesia, con los tormentos que sufrirían los indios si desobedecían a su ‘amos’.  Y decían que venían a enseñarles a todos esos “seres sin alma” una vida mejor.  ¡Qué blasfemia!  Se cubrían de santidad y el amor a  Cristo, cuando su emblema era un hombre  torturado y sangrante, pero se horrorizaban por los sacrificios de esclavos.  Por eso la capilla de indios, estaba afuera de la iglesia,  para que no vieran esa espantosa cruz.  Pobres inocentes criaturas asesinadas en miles.

-En el aniversario de los 500 años pudimos haber gritado la verdad de cómo fueron los hechos:  la población fue diezmada  en un 90% por las muchas enfermedades que trajeron las hordas de desarrapados ‘conquistadores’.  Era el momento de restituir la dignidad moral a toda América.  Pero nadie lo hizo.  Se conformaron con las disculpas  del gobierno español.  ¡Qué cómodo!-  Susana calló, con un nudo en la garganta y las lágrimas brotando de sus ojos.

-No tiene caso desesperarnos, mami, la estructura social no va a cambiar… por lo pronto.-  Ileana se levantó para acercarse a su madre y abrazarla.  –Ya no más filosofía y vámonos a dar una vuelta.  ¿Qué tal que me invitas algo rico?

Con un pequeño esfuerzo, Susy sonrió a su ‘pequeña’.  –Tienes razón, nada ganamos con rumiar sobre tanta miseria interna.  Mejor vamos a darle gusto a la panza.  –Me voy a cambiar el uniforme, ahorita regreso.

Susana se levantó y fue a la venta que daba al jardincillo frontal de la casa.  Sus ojos recorrieron todo, como buscando algo.  Quería una respuesta, mientras en su mente conversaba con ese ‘alguien’ que podría contestarle:  ahora con la física cuántica que nos dice que nada es como lo vemos… que mi mano es un conjunto de miles de partículas en constante movimiento y ocupan el 0.001% del espacio… que esas flores rojas no son lo que mis ojos ven… que esta agua salada que escurre por mi rostro, tampoco es así….   ¿Por qué no nos enseñaron la realidad…  o es que sólo nos enseñaron SU realidad.  ¿Hasta cuándo llegaremos a conocer cómo es todo en realidad ?

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